Frutas deshidratadas naturalmente, sin azúcar agregada, conservando su dulzura intensa y su riqueza nutricional. Son fuente de fibra, antioxidantes, hierro y potasio, lo que favorece la digestión, aporta energía sostenida y contribuye al buen funcionamiento del sistema circulatorio.
Ideales para consumir como snack saludable, sumar a granolas, panes, budines, ensaladas o como toque dulce en preparaciones saladas.